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Timidez infantil: Pautas para afrontarla

Timidez infantil: Cómo superarla

La familia es el pilar más importante en la vida de todas las personas, e influye en el desarrollo de nuestro carácter,cualidades e incluso en nuestra capacidad para socializar.

Muchas niños quieren relacionarse, pero no saben cómo hacerlo y además no se atreven a afrontar las relaciones sociales. Esta situación les produce un profundo sentimiento de frustración , y entonces hablamos de timidez.Quienes lo experimentan tienen un comportamiento que limita su desarrollo social en la vida cotidiana.

Un entorno propicio para superar la timidez es aquel donde proporcionan al niño seguridad y estabilidad emocional, tranquilidad y muestras físicas de afecto frecuentes como abrazos o besos.

Si por el contrario, en el entorno familiar abunda la sobreprotección, el estrés de los padres o las conductas poco socializadoras de la familia entonces el comportamiento social del pequeño se verá negativamente afectado.

Investigadores de la Universidad de Maryland (Estados Unidos) destacan sobre todo la influencia de la figura materna en la timidez de sus hijos. Los hijos de las madres más estresadas y con una vida social más escasa son los que tienen más probabilidades de ir acompañados por su timidez hasta la adolescencia.

¿Cómo podemos ayudar a un niño a superarla?

  1. No forzarle. La reacción de algunos padres ante la timidez de su hijo es insistirle en que sea más expresivo y presionarlo para que tenga una conducta para la que no está preparado. Ante ello es mejor no insistir, ni forzarle, ni obligarle; cuanto más le digamos, menos conseguiremos.
  2. Evitar la sobreprotección. Los padres sobreprotectores hablan por su hijo y no le dan la confianza que necesitan para superar la timidez.
  3. No etiquetar. Las etiquetas a los pequeños son peligrosas. No es recomendable justificar siempre ante los demás la actitud del niño con el clásico “es que es muy tímido”. Ante una situación nueva, es mejor dejar que se relaje poco a poco.
  4. Padres sociables, niños sociables. Si los pequeños observan en sus padres un comportamiento y una actitud sociable ante las circunstancias nuevas (no se muestran inhibidos, ni retraídos cuando conocen a alguien o llegan a un sitio desconocido), aprenderán y asumirán esta forma de actuar con toda naturalidad.
  5. Oportunidades para relacionarse. Invitar a algún amigo a casa, practicar un deporte o salir con frecuencia al parque.  Estas son algunas de las oportunidades que se pueden ofrecer a los hijos para que practiquen sus habilidades sociales.
  6. Proporcionarle la seguridad que necesita y, poco a poco, dejar que se adapte con naturalidad a las nuevas situaciones.
  7. Valorar las actitudes positivas que tenga el niño ante la timidez, ya sea un gesto o palabra desinhibida. El reconocimiento le ayudará a confiar en sus capacidades y le hará sentirse más seguro en futuras ocasiones.

No olvidar, que si el problema persiste requiere de asesoría y seguimiento profesional, para evitar que esto se convierta en algo crónico que pueda afectar su desarrollo social en mayor medida.

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